El proyecto estaba destinado a permitir que SNH atendiera al creciente número de pacientes que acudían para recibir atención, tanto a nivel local como en el oeste de Ucrania. Pero cuando sus pasillos, zonas comunes y algunas habitaciones quedaron derribadas, empezó la guerra. 

El SNH, una gran instalación que consta de varias salas de atención especializada, se convirtió en uno de los únicos hospitales del país capaz de atender a pacientes pediátricos que requieren cirugías cardiovasculares y de neurocirugía de emergencia.

Los pacientes y sus padres, después de haber sido evacuados de hospitales especializados en Kiev, así como en otras partes del país, comenzaron a llegar con la necesidad de atención urgente.